La importancia de la prevención y la detección temprana

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El fraude no es la única cuestión ética que plantea una amenaza a las organizaciones de todo el mundo.

Las violaciones de la ética pueden ocurrir y ocurren en prácticamente todas las áreas de una organización u empresa.

Los colaboradores son el principal mecanismo de detección para las compañías, como testigos de las malas conductas o prácticas en el lugar de trabajo, de allí el rol clave que desempeñan los empleados en la prevención y detección temprana.

¿Cómo pueden detectar las organizaciones las conductas inapropiadas?

La existencia, promoción y acceso a líneas éticas y canales de denuncia directos, cumplen dos papeles fundamentales. El primero, visibilizar el compromiso de la empresa con la transparencia y ética y el segundo convertirse en un facilitador para la detección y la denuncia temprana, proporcionando un canal seguro para los colaboradores y otros grupos, que permita de manera protegida, reportar conductas inapropiadas, delitos, abusos u otras malas prácticas o acciones que atentan contra la ética y el cumplimiento de la normativa y regulaciones al interior de las organizaciones.

La gran mayoría de las violaciones o faltas a la ética se descubren a través de las denuncias de empleados u otros actores (grupos de interés) involucrados en los distintos procesos. Sin importar si la organización es del gobierno, una empresa privada o pública o una entidad sin fines de lucro. Las denuncias directas son el método más común para descubrir una mala conducta ética.

Mayoritariamente, correspondiendo a más de la mitad de las denuncias, son los empleados quienes generan el mayor número de ellos, siendo el grupo de mayor relevancia pero no el único, a su vez es también crucial el rol de los demás grupos de interés: los clientes, accionistas, competidores y proveedores de una organización también son importantes y representan más del 30 por ciento de las denuncias. El resto de ellas corresponden al grupo clasificadas como denuncias anónimas.

Las organizaciones que no ponen en práctica las líneas éticas o canales directos para el reporte de incidencias perderán uno de los mecanismos más relevantes para la detección, con los consiguientes costos no solo monetarios, sino reputacionales para las compañías.

Las organizaciones que buscan los mejores niveles de rendimiento en todas las áreas, incluyendo el comportamiento ético, necesitan seguir lo que comúnmente se conoce como 'mejores prácticas' para asegurar que están en el camino correcto para lograr sus objetivos y sin duda proporcionar un canal protegido de denuncias a sus colaboradores y relacionados, es una de ellas.